Ya
los antiguos griegos hablaban de la existencia de sirenas. Las describen
primero como mujeres con cuerpo de pájaro capaces de entonar los cantos más
maravillosos y, más tarde, como mujeres con cola de pez. Siempre como seres que
se distinguen por una voz musical y prodigiosamente atractiva que llevaba a la
perdición a los marinos. O sea que mucho antes de que las sirenas fueran seres
con cola de pez, los hombres ya le
temían a la seducción femenina que puede llegar a todas partes volando como un
ave, sin límites para alcanzarlos. Ay, sí, somos tan irresistibles… tan
comehombres… ¡que los aterramos! Además, un hombre seducido, queda atrapado en
nuestras garras y deja todo lo que se
había propuesto hacer (invadir,
matar, robar) por quedarse sometido a nuestros besos y abrazos. ¿Ser seductora
es ser peligrosa? En parte sí. Seducir viene del latín se-ducere significa “llevar aparte”, “desviar de la vía”, “lo que
aleja del camino”. La seducción hace que el seducido se aparte de su plan para
deleitarse contigo… ¡y eso es algo que un hombre de verdad no debe aceptar!
que cutre
ResponderEliminarliteral
ResponderEliminarhaz uno mejor